CAPITULO XVII – MUNICIPIO DE SAN BENITO – SU FUNDACION -DESCRIPCION GENERAL

Posted on octubre 29, 2011

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CAPÍTULO XVI

Ciudad Flores – Sus hombres notables

 

Como un deber de justicia, respeto y cariño, se consignan en estos ligeros apuntes, los nombres de varias personas notables, nacidas en este departamento y que de distintas maneras se distinguieron por su actividad, trabajo, honradez y servicios prestados a la patria.

 

Coronel Modesto Méndez

 

El coronel Méndez fue uno de los peteneros de mayor relieve que tuvo este departamento en tiempos pretéritos, hasta el año 1863, época de su muerte.

 

Comenzando por tributar un recuerdo a su memoria, después que el tiempo, aquilatando sus méritos, lo ha declarado acreedor a la estima de sus conterráneos, y de los hombres de ciencia, como se verá más adelante.

 

Su vida fue uno de los más altos ejemplos de honradez, civismo y constancia que puede presentar un hombre de origen humilde.

 

Nació el señor Méndez en Ciudad Flores, eL 24 de febrero de 1801. Era hijo de matrimonio de don Manuel Méndez y de doña Manuela Guerra, labriegos, humildes y pobres, y él mismo ejerció esta ocupación en sus primeros años. Cursó las primeras letras en la escuela elemental de esta cabecera y desde niño dio muestras de su dedicación al estudio. Gracias a sus esfuerzos, logró adquirir una librería de selectos autores, cosa rara en aquellos tiempos, y más, en este departamento tan lejano de todo centro de civilización.

 

Luchando contra la adversidad, pudo triunfar al fin, recorriendo toda la escala de los puestos públicos que se pueden desempeñar en un departamento, desde secretario, regidor y alcalde, hasta corregidor, comandante general y juez de primera instancia de este distrito.

 

Su gobierno ha sido considerado como uno de los más honrados, inteligentes y lleno de enseñanzas a la posteridad; sus despachos ‘de coronel los obtuvo de una manera excepcional, que merece ser conocida de la actual generación.

 

Por el año de 7844, un cacique indio maya de los del partido de San Antonio, colindante con el Estado de Yucatán, de nombre Juan Quek, había enviado una amenaza al entonces corregidor Ignacio Andrade, prometiéndole llegar con sus hordas a sangre y fuego a incendiar y saquear el pueblo de San Andrés, ubicado en las orillas del lago.

 

No era la primera vez que aquellos bárbaros lo hacían no sólo de este lado de El Petén, sino también en Yucatán, manteniendo en zozobra a laS autoridades de ambaS partes. En una ocasión, después de quemar algunas casas dejaron como trofeo de sus hazañas, el cadáver de una señorita, muerta a balazos, en la orilla del lago de San Andrés. De ahí que ia amenaza enviada por el cacique Quek, pusiera en grave conflicto a nuestro corregidor Andrade. Llamó en consejo al vicario Toribio Salazar y al alcalde 1º  Modesto Méndez. El corregidor quería poner en armas a los habitantes de esta cabecera y a los del pueblo de San Andrés, para ir a castigar a los indios rebeldes, pero sus consejeros opinaron de un modo contrario, y se opusieron al proyecto punitivo. En cambio, propusieron otras medidas suaves y ofrecieron ir solos a conferenciar con aquéllos, con sólo las armas de la persuasión y de la caridad evangélica, más eficaces a veces que las de fuego.

 

Emprendieron la marcha, y cual Bartolomé de las Casas, desarrollaron su plan <<de único vocationis modo>> y avasallaron los ánimos de aquellos feroces indígenas, granjeándose la benevolencia de los naturales y en especial la del cacique que de un buen

grado renunciaron de una vez para siempre a sus intentos malévolos, devolviendo así la tranquilidad de estos pueblos y a los vecinos del Estado de Yucatán, por lo cual regresaron los héroes con los laureles del triunfo.

 

El corregidor Andrade dió cuenta del resultado al gobierno de Guatemala y el vicario Salazar, al obispo de Yucatán, a cuya jurisdicción eclesiástica pertenecía El Petén; en recompensa, el gobierno de Guatemala le envió a nuestro alcalde, señor Méndez, despachos de coronel, y lo tuvo presente para nombrarlo corregidor y comandante general para suceder a Andrade dos años después; y por su parte, el gobierno de Yucatán, le mandó a obsequiar quinientos pesos con los cuales, nuestro biografiado, mandó a educar a su hijo Mariano, en el Seminario de Mérida, de donde más tarde, se ordenó sacerdote, viniendo a ejercer su ministerio a este departamento.

 

En el año de 1848, ya estando al frente del mando político y militar de este distrito, descubrió las importantes ruinas de Tikal. Para el efecto, salió de esta ciudad en los últimos días de febrero del año citado, acompañado de una comisión de munícipes y personas entendidas de esta cabecera, que a la vez le sirvieron de guías para el lugar en donde tenía noticias, existían vestigios de -casas derruídas, las cuales se encontraban al norte del lago Itzá y como a treinta leguas de distancia. Después de permanecer en aquel lugar, en donde descubrió varios edificios, estatuas, estelas con jeroglíficos de los que tomaron debida nota, regresaron para este lugar.

 

En el último párrafo del infome que remitió al gobierno entre otras cosas decía: <Yo debo de cumplir con mi deber, pues me sería sensible que otros curiosos extranjeros vengan a dar publicidad a todos los objetos que estoy viendo y palpando. Vengan en hora buena esos viajeros con mayores posibles y facultades intelectuales, hagan excavaciones al pie de las estatuas, rompan los palacios y saquen las curiosidades y tesoros que no podrán llevar jamás sin el debido permiso; pero nunca podrán nulificar ni eclipsar el lugar que me corresponde, al haber sido el primero en descubrir estas ruinas; sin gravar los fondos públicos les abrí camino, y tuve el honor de comunicar al supremo gobierno de la república, cuanto interesante y superior se encuentra en la capital de este imperio; sin miras de interés personal o particular, únicamente satisfecho y persuadido que mi persona y cortos bienes pertenecen a la patria, al gobierno y a mis hijos>.

En el año de L92L el rector de la Universidad de Tulane EE. UU., doctor y arqueólogo Francis Bloom, hizo una visita a las ruinas de Uaxactún y Tikal, y en la conferencia que pronunció en el seno de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, de donde es socio honorario, sobre la importancia que tienen estas ruinas para el mundo cientifico, al referirse al coronel Modesto Méndez, en los dos últimos párrafos de la citada conferencia decía: <<Parece que en su época, el coronel Modesto Méndez, tuvo u n puesto de gran importancia, pues era hombre inteligente y sagaz que hizo mucho por eI adelanto de su patria. Por esto propongo que se abra un concurso para los estudiantes de historia patria guatemalteca, titulado: La vida del insigne guatemalteco, coronel Modesto Méndez.

 

<<Nosotros los arqueólogos, debemos reconocer nuestra deuda para el coronel Modesto Méndez. El coronel Modesto Méndez, antes que ningún otro explorador, vio  y describió las magníficas ruinas de Tikal y las interesantísimas ruinas de Ixkhún, y como ciudadano leal y patriota reclamó estos monumentos para su patria Guatemala.>> (In memoriam coronel Modesto Méndez, guatemalteco, primer explorador de El Petén).

 

JuIián Segura

 

Tales son los méritos que adornan a este notable petenero. Este señor fue comandante general de este distrito en los años 1830-31; a sus esfuerzos se debió la apertura del mejor camino que hemos tenido para Cobán, y mereció por ello, que se le

mencionara de modo honroso en un decreto de la Asambleá Legislativa del Estado de Guatemala.

 

Pedro Ledezna

 

Viajó desde su juventud por los Estados de Tabasco, Campeche y Yucatán de la república mexicana, y regresó al Petén ya hombre, poseyendo una instrucción y cultura bastante sólidas; sus paisanos lo honraron con sus votos para diputado al Congreso por este distrito, puesto que desempeñó con lucidez; la envidia y la calumnia se cebaron en é1, dando por resultado que el infame corregidor Ignacio Andrade lo mandara a fusilar, sin formación de causa., el día 9 de abril de 1846. EI delito siempre de tener talento y de sobresalir del nivel común.

 

Felipe Baldizón

 

Falleció en 1855; estuvo varios años postrado en cama, atacado de lepra y abandonado a su suerte, acompañándolo únicamente su madre y una hermana; en tal situación, escribió un interesante poema intitulado <<En el lecho del dolor>>, que lo acredita como inspirado y sentido poeta de altos vuelos.

 

Esta composición poética, realizada en bien sentidas décimas, fue impresa en México y reimpresa en Guatemala en el año 1903, a expensas del cura párroco de Verapaz.

 

Clementísimo Señor;

a Ti mi espíritu clama,

postrado humilde en la cama,

de mi terrible dolor.

Soy el mayor pecador,

pero espero en tu clemencia

que me daréis la paciencia

que diste al de la piscina,

y la eficaz medicina

de una final penitencia,

No es la salud temporal

la que os pido en mi dolencia,

pues me grita la conciencia

que es justo sufra mi mal:

la salud espiritual

es la que llorando os pido,

oye, Señor, mi gemido,

y cuando estéis satisfecho,

llevadme desde mi lecho

al descanso prometido,

En mis tormentos y penas,

Señor, mi congoja crece,

porque mi madre padece

por culpas que son ajenas;

en su edad, cansada, apenas

puede sostener su edad;

y mi larga enfermedad

de tal suerte la ha postrado

que siendo su hijo el culpado

la pena va por mitad.

Si en esta cama estuviera,

Señor, libre de ofenderte,

aunque tardara la muerte,

la muerte no te pidiera,

mas temo de tal manera

ofender vuestra bondad,

que por mi seguridad

la muerte os llego a pedir;

pero estoy pronto a cumplir

en todo, tu voluntad.

En la más florida edad,

en la salud más lozana,

me echó Dios en esta cama,

teniendo de mí piedad,

yo miro mi enfermedad

efecto de su clemencia,

adoro su providencia

y espero en su protección,

sea mi cama escalón

que me elove a su presencia.

Jóvenes que vais corriendo

si pasais de vicio en vicio,

temed este precipicio

en que me miráis muriendo;

cual os veo, me vi, siguiendo

alegre y desenfrenado,

de un pecado a otro pecado;

pero ahora, véanme sujeto

a ser un vivo esqueleto

a ser un muerto animado.

A Job en su muladar

disteis, Señor, tolerancia,

yo también tengo confianza

de que no me has de faltar;

a Job quisisteis probar

siendo tu siervo, Señor;

é1 justo, y yo pecador;

y si a veces me impaciento;

perdonad, que es sentimiento

natural de mi dolor.

Tu misericordia me ha hecho

purg:ar entre mis hermanos;

saquen, Señor, mis paisanos

de mis penas su provecho.

Venid a verme en mi lecho

mis compañeros antiguos,

venid, pues, y sed testigos

del dolor de que me aquejo,

venid a ver este espejo,

pero escarmentad amigos.

El amigo más querido,

el amado compañero,

el paisano petenero,

todos me echan al olvido;

mas el Señor, que ofendido

se halla de mi culpa atroz,

escucha la triste voz

de Felipe Baldizón

que no encuentra en su aflicción

más amigo fiel que Dios.

De este dolor Penetrado

y de esta experiencia herido,

y»r de todos me desPido’

del mundo desengañado;

juzgadme ya sePultado,

amigos y comPañeros,

pues no he de volver a veros’

ni escucharéis más mi voz.

Adiós, amigos, adiós,

adiós, adiós, peteneros’

Adiós consuelos humanos,

adiós, m¿dre de mi vida,

adiós, Eusebia querida,

Leonsia, !’rancisca, hermanos’

Dejadme solo en las manos

de mi Dios y mi Señor,

que movido de su amor,

sé que me ha de Perdonar;

dejadme solo, liorar

mis pecados con dolor.

Ahora que solos, los dos

estamos, Padre amoroso,

humilde pero animoso

mi confianza, pongo en vos.

¿Qué os diré?, que sois mi Dios

y sois testigo, Señor,

que aunque tan gran Pecador

jamás llegó mi maldad

a cometer la impiedad

de negar a mi Creador.

A Vos os debo el favor

de conservar vuestra fe;

y aunque contra Tí pequé

la fe excita mi dolor;

encended Vos el ardor,

para que en mi penitencia

no me falte tu asisteneia,

como mi único consuelo

hasta que me lleve al cielo

la virtud de Ia paciencia.

Ya del mayor enemigo

de mi alma me despedí;

no más mundo, y sólo a Tl

quiero tener por amigo,

T¡1 sólo serás testigo

de mi pena y mi aflicción,

no quiero consolación

que no venga de tu mano;

no quiero remedio humano,

penas quiero y salvación.

Pero Señor, mi flaqueza

combatida del tormento,

que en todo mi cuerPo siento

necesita fottaleza;

mi débil naturaleza,

en tres años de aflicción

requiere consolación

que sólo hallaré en la Cruz

y me dará mi Jesús

si medito en su pasión.

Pues subamos, alma mía,

al Monte Calvario a ver

si podemos aPrender

a sufrir con alegría;

en él encuentro a María,

a quien oigo lamentarse

y en tierno llanto quejarse

preguntando si hay tormento

que pueda a su sentimiento

o a su dolor compararse.

Este Monte representa

la escena más dolorosa,

la tragedia lastimosa

de la crueldad más sangrienta;

una madre se lamenta

viendo a su Hijo agonizar

sin poderle alivio dar,

¡ay, Madre mla! ya no

siento 1o que sufro yo

cuando te oigo suspirar.

Cuando comparo, Señor,

mi cama con vuestra Cruz,

se alivia, dulce Jesús,

1o acerbo de mi dolor;

Tú mueres por Redentor

y yo siendo el redimido

me hallo en mi cama asistido

de mi madre y consolado,

Túr mueres desamparado,

y yo vivo socorrido.

Mis llagas, Señor, mis penas

son los tristes resultados

que pag:o por mis pecados;

Tú pagas culpas ajenas,

Ia sangre de vuestras venas,

es mi mayor lenitivo,

y también nuevo motivo

que me anima al sufrimiento,

y a vista de tu tormento

un nuevo aliento recibo.

De tres clavos veo pendiente

a Jesús Crucificado,

yo padezco, sí, culpado;

Jesús padece inocente;

por mis culpas puntualmente

está mi Jesús, pagando;

yo padezco, mas pecando

contraje el mal que padezco,

yo sufro lo que merezco

y EI paga por mí penando.

Pero, ¿ qué comparación

tiene, si Dios, 1o que siente,

con el acerbo tormento

de vuestra amarga pasión?

Tus congojas, tu aflicción;

de todos desamparado,

a tal extremo ha llegado,

que aun el agua que has pedido

y tu Madre no ha podido

dártela, te Ia han negado.

De llagas estoy cubierto,

y de asquerosas materias,

mas todas estas miserias

las busqué yo, bien lo advierto;

que también padezco es cierto,

pero a mi me compadecen,

y a consolarme se ofrecen,

cuando a Vos, dulce Jesús,

expirando en una Cruz,

te insultan y te escarnecen.

Confuso y avergonzado

a vista de tu paciencia

estoy en vuestra presencia

por haberme impacientado;

perdonad, Jesús amado,

las veces que yo impaciente

haya sido impertinente

a mi madre y mis hermanas

que compasivas y humanas

han sufrido en mi accidente.

Contemplando el cruel tormento

que sufres, mi buen Jesús’

, me das desde vuestra Cruz

lecciones de sufrimiento;

mi madre en este momento,

con una tierrta mirada

que da a la vuestra angustiada

encuentm. consuelo tanto

que al Punto rePrime et llanto

de su pena, consolada.

Pues yo también me dirijo

a vos, Madre dolorosa,

en la crisis Peligrosa

de mi tormento Prolijo;

vuestros dolores elijo

por a.silo en mi agonia,

concededme, Madre mía,

que en aquella hora Postrera

lnvocando el Nombre, muera’

<le Jesús y de Marla.

trln tus dolores, Señora’

pongo toda mi esperanza

y con la mayor confianza

rle hallarte en la última hora’

ósta se acerca Y desde ahora

<ron pleno conocimiento

(ltgo, que en aquel momento,

nmoyconfiesoaJesús

¡rbrazado de su Cruz

hasta mi Postrer aliento.

Por el culpable Placer

que fue origen de mis males,

he sufrido ya cabales

tres años de Padecer,

yo debo satisfacer

para alcanzar la clemencia

del Juez de mi residencia;

mas mi lastimoso estado

dice que el mismo Pecado

me aplica la Penitencia.

Mas, ¿ cómo satisfacer

podré a Jesús, enojado;

a tanto como he Pecado,

con tan poco Padecer?

Sí, mi Dios Podría ser

si junto con mi aflicción

os doy por satisfacción

las garantías mejores

de María en sus dolores,

y vuestra misma Pasión.

En mi triste situación

sólo miro un asqueroso

esqueleto lastimoso’

llagas y putrefacción

sin embargo, la oblación

única que Puedo hacerte

es, mi Jesús, de esta suerte,

pues no tengo más que vida,

dadla Vos Por recibida’

que yo recibo la muerte.

Llegó ya el Postrero dla,

se acerca mi último instantel

¿ Jesús agonizante

brrsco en mi última agoní4,

Vos, Jesús, Y Vos María’

no me neguéis vuestra luz;

Vos, Marí4, Por Jesús’

y por el Eterno Padre’

Vos, Jesús, Por vuestra Madre

que os ruega al Pie de la Cruz.

Contrito y arrepentido

¡Oh, divino Redentor!

te pido, Dios y Señor,

perdón de haberte ofendido;

cuanto Vos has padecido

por la humana redención

ofrezco en satisfacción

de mis pecados y espero

me perdonéis, porque muero

confiando en vuestra pasión.

Ya es tiempo, mi cura amado,

que mi alma encomendéis,

dadme a besar esos pies

de Jesús Crucificado,

a quien jamás he negado,

alumbradme de su luz

y abrazad.o de su Cruz

muera en su fe y en su amor;

¡Misericordia, Señor!

¡Perdón, mi Jesús. Jesús!

 

Manuel Pinelo

 

Nació el22 de marzo de 1801 y falleció el 19 de diciembre de 1867 ascendió a coronel y fue dos veces diputado al Congreso y corregidor del distrito; era práctico en medicina que ejercía gratuitamente en el pueblo a falLa de facultativo; de su peculio costeó por algún tiempo la instrucción pública, pagando el sueldo de los maestros, cuando la municipalidad no pudo hacerlo por falta de fondos; emigró varias veces por defender los intereses del pueblo contra la tiranía de las autoridades, y mereció entre sus paisanos el título de <<Defensor del pueblo>.

 

José María Pinelo

 

Nació el 8 de julio de 1833 y falleció el 7 de mayo de 1922; fue maestro de escuela, funcionario municipal, secretario del corregimiento, administrador de rentas y corregidor del distrito; a la muerte de su esposa, con quien tuvo siete hijos, renunció a todos los honores y cargos públicos y optó por el estado eclesiástico siendo vicario foráneo de este departamento, con facultades extraordinarias hasta su muerte, habiendo desarrollado una política de concordia y buena armonía, que le valió el aprecio de su pueblo, de las autoridades y del elemento extranjero; por su experiencia y conocimientos generales era consultado por las autoridades y por los hombres de ciencia que visitaban el departamento; al pie de su retrato al óleo que conserva su familia, se encuentra esta leyenda: <Sirvió a Dios y a su Patria>.

 

Teniente Coronel

Julián A. Pinelo

 

Nació en esta ciudad el 7 de enero de 7872 y falleció el 28 de junio de 1944; comenzó a figurar como secretario del juzgado de primera instancia de este departamento; sirvió a Mayoría de plaza por espacio de 16 años consecutivos, en donde obtuvo el grado de teniente coronel, desempeñando en varias ocasiones el cargo de jefe político y comandante de armas departamental; fue un acucioso investigador de los acontecimientos históricos de esta región y a su pluma se debe el conocimiento que se tiene de hechos culminantes acaecidos en estas legendarias tierras de El Petén.

 

Clodoveo Berges

 

Nació el 5 de enero de  1858 y falleció en la capital, el 24 de septiembre de 1924; fue abogado y notario y tenía el grado de Coronel; desempeñó los cargos de juez de prirnera instancia y magistrado de la sala cuarta de Quetzaltenango, diputado a la Asamblea Legislativa y posteriormente juez de primera instancia y jefe político de este departamento por espacio de 14 años; su fama como gobernante idóneo, enérgico y justiciero traspasó los lindes de nuestras fronteras, y a su muerte dejó un donativo de 1,000 dólares a cada uno de los hospitales de esta ciudad y de Quetzaltenango.

 

Adrián Vidaurre

 

Oriundo del pueblo de La Libertad, de esta circunscripción. En 1887 sirvió el cargo de Jefe Político  y Juez de Primera Instancia de  este departamento; figuró con notoria actuación durante el gobierno del licenciado Manuel Estrada cabrera, y más larde, en el gobierno de don Carlos Herrera, llegó a ocupar la cartera de Hacienda y Crédito Público.

 

Maestro Titulado José Benítez Gómez

 

Apóstol  de la enseñaza y mentor de tres generaciones peteneras; fue este distinguido maestro, que, cual un astro de primera magnitud brilló por espacio de sesenta años sobre estas tierras, forjando inteligencias sin amedrentarse un solo momento en el cumplimiento del deber que el destino le deparó a su paso por este mundo.

 

Como homenaje a su memoria y como un deber de gratitud, es justo consignar, aunque sea a largos rasgos, los datos biográficos del maestro, que aunque no fue nacido en El petén, amó, con nobleza de alma, a este terruño en donde ahora descansa.

 

Vástago de una distinguida y honorable familia de la capital de la república, formada por él maestro filarmónico don Manuel Benítez y Rafaela Gómez de Benítez, vino al mundo en el antiguo barrio de San Sebastián de la ciudad de Guatemala, el día 23 de febrero del año 186?; dos meses más tarde era llevado a la. pila bautismal de la Catedral, por una de nuestras glorias patrias, como lo es el ilustre novelista e historiador don José Milla y Vidaurre.

 

Recibió la primera educación al lado de su señora madre, dama muy culta; y siendo adolescente, ingresó a la Escuela normal, en donde hacían también sus estudios superiores sus hermanos Manuel, Rafael, y Salvador Benitez G., desaparecidos todos del escenario de la vida; fueron el primero y el último de los nombrados,.pedagógos notables y el segundo o sea Rafael, un pundonoroso militar que figuró como abanderado en el glorioso Ejército unionista del 85, al lado del general Barrios.

 

A la edad de diez y. seis años, o sea a fines de 1883, se recibió de profesor normalista, comenzando a practicar su carrera en la escuela nocturna de artesanos; a fines del 84 fue nombrado por el Ministerio del ramo, para formar parte del Tribunal Examinador de la escuela de varones <<La Democracia>> en la misma capital, El día 2 de enero del año de 1885, fue designado para venir al Petén, como director y profesor de grado de la escuela nacional de varones de la cabecera, para lo cual salió de la capital el día 6 del mismo mes.

 

Después de veinticuatro días de fatigas, sufriendo todas las inclemencias del intransitable camino, lleno de arroyos y extensas ciénagas, con innumerable cantidad de mosquitos que no lo dejaban un momento tranquilo, llegó enfermo a esta ciudad.

 

El día 1o de febrero de 1885, comenzó la noble empresa, que al correr del tiempo debía también de fructificar con feliz éxito; eI trabajo era bastante arduo y difícil, desde el momento que había que hacerlo todo, teniendo que cambiar por completo hasta las costumbres; al entregársele la escuela, sólo encontró como útiles escolares, dos bolas de yeso como de media libra cada una, tres banderitas de papel y unas trazas de madera que les servían de asiento a los niños.

 

Como los métodos y formas de enseñanza eran ya muy distintos a los anteriores, había también necesidad de formar maestros para la escuelas de los pueblos del departamento, pues si es cierto que habían algunos jóvenes educados en la capital, en las escuelas de la Reforma, como don Enecón Segura, Francisco Cetina, h. y Cesáreo Cetina, todos ellos de grata recordación, éstos sirvieron para formar el personal docente de la escuela de la cabecera; para esto, el jefe político departamental de esa época, coronel Juan Monge  tomó parte activa en la patriótica labor, que desde luego, había de emprenderse; hizo venir de los pueblos a todos los que fungían como directores de las escuelas, aquí en la cabecera se formó una escuela preparatoria para maestros, enseñándolos a conocer los nuevos métodos, formas y textos de enseñanza; después de cuatro meses y con las instrucciones necesarias, regresaron los referidos maestros a sus puestos para continuar sus labores.

 

En la cabecera se fundó una escuela nocturna de artesanos y otra dominical para los sirvientes adultos analfabetos, inspeccionando a la vez, la escuela nacional de niñas.

 

El día lo distribuía así: seis horas en la escuela de varones diurna y tres en la nocturna, en la escuela dominical trabajaba cuatro horas; difícil tarea para el incansable maestro, que sólo los verdaderos mentores con una constitución sana y joven y alimentados de nobles y sublimes sentimientos patrióticos, pueden desarrollar.

 

En esta forma trabajó el maestro Benitez por más de seis años; más tarde, a raiz del asesinato del general Reyna Barrios, por motivo de haberse dejado de pagar los sueldos de los empleados públicos, y en que la circulación de los billetes de los bancos era forzosa y en El Petén nadie los quería por ningún precio, se le quedaron debiendo al maestro los sueldos de sesenta y cuatro mensualidades, viéndose obligado, para poder vivir y proveerse de lo más indispensable, a dedicarse a la pesca durante varias horas de la noche; a pesar de esto, la escuela no se resintió en lo más mínimo.

 

En la época a que me refiero, la escuela había alcanzado tal fama, que no sólo  venían jóvenes de los Son dignos de recordarse los frecuentes actos públicos representados en las fiestas patrias por los alumnos, en donde, de acuerdo con el programa oficial, el maestro demostraba a la población la labor desarrollada en la escuela; no es mi propósito exagerar los hechos, pero sí, con espíritu justiciero debemos decir la verdad, todos los que hoy nos sentimos orgullosos el haber sido sus alumnos.

 

Para confirmar más en estos ligeros apuntes, su esmerada labor, competencia y estricto cumplimiento de sus deberes, daré a conocer una de las varias certificaciones que poseía y que le fueron extendidas como comprobantes de sus servicios, dice así: <El jefe político del departamento de El Petén, CERTIFICA: que según constancias que aparecen en los libros de la jefatura, el profesor titulado de la escuela de varones de esta cabecera, por acuerdo de 2 de enero de 1885; que el señor Benítez G. tomó posesión de su empleo con fecha primero de febrero del mismo año; y que desde entonces hasta la presente fecha ha estado desempeñándolo, en el que ha dado muestras de mucha competencia, siendo muy exacto y cumplido en sus obligaciones. Todo el tiempo expresado de servicios sólo ha tenido una interrupción desde el primero de enero de mil ochocientos noventa y ocho a diez y ocho de febrero del mismo año, tiempo en que estuvieron cerrados los establecimientos de instrucción pública, como se ve en los decretos que llevan los números 546 y 5?3 expedidos por el Ejecutivo a 9 de diciembre 7897 y a 11 de febrero de 1898. Y a solicitud del interesado se extiende la presente a seis de junio de mil novecientos dos (f) Clodoveo Berges>. Hay un sello que dice: Jefatura Política de El Petén.

 

Los servicios prestados por el maestro Benítez en el ramo de educación pública fue de 32 años, un mes y 18 días, tiempo que según la Ley de jubilaciones, pensiones y montepíos se computa doble en El Petén, por cuyos servicios a última hora tenía asignada Q.25.00 de jubilación.

 

El profesor José Benítez G6mez, mentor de tres generaciones, es para el pueblo petenero, un maestro venerado; si este lejano departamento guatemalteco se gloría de tener un porcentaje de sólo cinco analfabetos o sea que de cada cien habitantes peteneros sólo existe cinco analfabetos, es obra de él.

 

El maestro Benítez G., fue un ciudadano sin tacha, sus palabras eran de aliento para todo el que llegaba a su casa a pedirle algún consejo; en su alma siempre reflejaba la noble misión que le confió el destino juntamente con la grata satisfacción del deber cumplido.

 

Falleció a la avanzada edad de 81 años, el día 22 de septiembre del año 1948, y sus restos descansan en el cementerio general de esta ciudad, en donde espera un monumento que todo El Petén le debe.

 

Al tenerse la noticia de su muerte, la prensa de la capital se expresaba en estos términos:

 

<Muere un abnegado apóstol de la educación. Con el laconismo muchas veces fatal de la radiotelegrafía, nos ha llegado de las lejanas tierras del Petén la infausta y dolorosa noticia del fallecimiento del gran maestro y bachiller José Benítez Gómez. El Petén, de uno a otro extremo está de pésame. El noble maestro que hace más de sesenta años llevara la luz de su saber a aquel remoto departamento, ha caído para siempre envuelto en la admiración y la eterna gratitud de todo el pueblo petenero.

 

<<Aún no había cumplido la mayoría de edad, cuando el maestro Benítez, entonces  alumno número 1 de aquella promoción, recibió como premio a sus grandes dotes, el difícil encargo de marchar a aquel departamento para fundar la primera escuela formal de donde más tarde salieron, gracias al talento, constancia y espíritu de verdadero sacrificio, los profesionales, comerciantes, diputados al Congreso, y en una palabra, hombres de bien y fieles servidores de la patria.

 

<<Hacia ya algún tiempo, que por motivos de enfermedad, se había retirado a la vida privada, pero aun allí seguía esparciendo la semilla fecunda de sus grandes conocimientos. Hombre austero, de carácter firme como un Catón, supo influír de manera decisiva en la cultura general del Petén, pero precisamente, por estas grandes cualidades, tuvo que sufrir con estoicismo en no pocas oportunidades, Ios dardos de la envidia, moneda con que los Judas pagan siempre a sus maestros, quizá porque la mediocridad no sabe de otros medios menos ruines para hacerse visible. El maestro Benitez enseñó con eI ejernplo; amó con la nobleza del Divino Rabí de Galilea y en sus labios, fuentes de paz y de verdad, siempre hubo palabras de sincero perdón para los que no supieron comprenderlo.

 

<<Hemos sabido que sin distingos de ninguna clase, se prepara una campaña para ver a manera de levantarle un monumento a su recordada memoria, y ojalá que hoy, que para el sufrido maestro se vislumbra el amanecer de días más venturosos, el gobierno de la república dé el nombre de tan querido maestro a una escuela; la gratitud del pueblo petenero así lo demanda.>

 

También es del caso dar a conocer los nombres de peteneros que en una u otra forma vienen actualmente honrando El Petén; ya como profesionales o como ciudadanos que han colaborado por levantar el nivel cultural, comenzando por el petenero:

 

Doctor Ezequiel Soza López

 

Nació en Ciudad F lores, cabecera del departamento de El Petén, eI 16 de octubre de 1877. Sus padres fueron don Claro Soza y doña Filomena López.

 

Sus estudios de primeras letras los hizo en la escuela elemental de ciudad Flores, bajo Ia dirección del maestro Juan de Mata Pulido a quien sustituyó más tarde en esa dirección, el maestro José G. Benítez enviado exprofeso desde Ia capital de la república, para hacerse cargo de Ia enseñanza en dicha ciudad. Pasó el ahora doctor Soza, dos años en el pueblo de Santa Ana, del propio departamento de El Petén, al lado de sus abuelos maternos, don Vicente T. Diaz y doña Isabel Cetina. Su abuelo lo preparó más en sus  estudios y de quien adquirió muchos conocimientos que  más tarde le sirvieron mucho para su examen de admisión al llegar al Instituto Nacional Central donde lo trajo Mr. Miles Rock, ingeniero astrónomo de la Comisión de límites entre Guatemala y México.

 

Llegado a ese Instituto, fue sometido a examen por un tribunal compuesto por loS profesores don ; Vicente Rivas, autor de una Cosmografía, el ingeniero don Lisandro Sandoval y del profesor don Maximiliano Sagastume, todos de muy grata recordación. Del buen éxito de su examen se le consideró apto para entrar de una vez al primer año de secundaria, sin tener necesidad de pasar por las complementarias, equivalentes a los seis últimos años de la actualidad. De este modo, eI doctor Soza ahorró tres años de estudios, siendo cursante de secundaria a la edad de trece años.

 

De allí en adelante continuó sin interrupción sus estudios de bachillerato que sólo se vieron interrumpidos por verse obligado a administrar una finca de café en Alta Verapaz, a la edad de 16 años. Renovados sus estudios y graduado de bachiller, se

dedicó al estudio de la medicina, recibiéndose de Médico y Cirujano en sólo cinco años, cinco meses. En aquel entonces la carrera de medicina se hacía en seis años; pero gracias al sistema de internados de entonces, ese tiempo podía ser acortado según los años de internado. De ese modo, lo que debió ser un período de seis años, gracias a los internados ganados por el doctor Soza en dos oposiciones, también acortó este otro tiempo, habiéndose recibido el 14 de mayo de 1904.

 

Pocos días después de su recibimiento de Médico y Cirujano, fue enviado de Cirujano Militar al departamento de EI Petén a prestar su servicio militar el cual entonces era de dos años, cumplidos los cuales, pasó a la ciudad de Nueva York a seguir estudiando cursos de Postgraduados en el Hospital BelleVue para pasar luego a trabajar como médico interno en el hospital del Condado de Nassau, en Long Island, Nueva York. Vuelto a la ciudad de Guatemala, se dedicó a ejercer su profesión, sirviendo durante catorce años consecutivos, como Cirujano militar en los distintos cuerpos de la capital incluso en el Hospital Militar cuando a la caída de Estrada Cabrera, logró alejarse del servicio militar y dedicarse al servicio civil en el Hospital General y en Ia Facultad de Medicina ocupando servicios hospitalarios en casi todas las salas del Hospital General: Ginecología, Partos, Cirugía, Medicina, desempeñando las cátedras de Clínica Médica primer curso, Clínica Médica segundo curso, Patología General, Patología Interna segundo curso y servicios de emergencia. Ha estado al frente

de epidemias de fiebre amarilla, fiebres perniciosas, Gripe, viruela maligna, etc.

 

Actualmente sólo se dedica a su profesión. En lo político, sirvió las diputaciones de la Legislativa durante cuatro años consecutivos y dos más durante las administraciones

del general Chacón, general Ubico y en la Constituyente anterior de 1944.

 

 

Don Federico Pinelo y Pinelo

 

Nació en Ciudad Flores, Petén, el día 19 de julio del año

1882; sus padres fueron los señores Franciseo Pinelo Valle y Flora

Pinelo Ozaeta; hizo sus primeros estudios en su suelo natal bajo

la dirección del venerado maestro José Benítez Gómez y desde la

edad de 14 años comenzó a servir

en el magisterio naeional como

alumno-maestro y profesor de grado

en la escuela nacional para varones

de dicha cabecera, puesto

que sirvió hasta la edad de 17 años,

en que con el mismo carácter pasó

a, Ia escuela de niñas en donde después

de un año más de servicio pasó

al pueblo de La Libertad para iniciar

sus estudios de contabilidad.

En el año 1920, y después del derrocamiento

del gobierno de los 22

años, volvió nuevamente a la escuela

para varones de la cabecera

como profesor de grado, el cual sirvió

por espacio de dos años o se¿

hasta. finales de 1922. En 193? sirvió

la Tesorería municipal de la

ciudad de Cobán, Alta Verapaz,la

cual después de un año de servirla y a causa de enfermedad se vió

obligado a regresar al Petén al lado

de su familia para recobrar la salud

perdida. Durante eI año 1943,

volvió a prestar nuevamente sus

servicios en el magisterio nacional

como director y profesor de grado

cln lo escuela de varones del pueblo de San José, de este departa-

Ittrrrrt,rr; durante los años 1945 y 46 en el pueblo de San Luis siempre

oon cl cargo de profesor de la escuela de dicho pueblo pasando en

1951 a servir como secretario del Juzgado de Paz de Poptún, en donde por enfermedad de la vista se retiró en 1952′ Ha escrito varias obritas literarias, tales como <<El maestro práctico>>, <<Árbol genealógico>>, en donde consigna toda-su geneaIogía; asimismo <Secretos indígenas> en que explica la manera de curar las enfermedades a base de plantas, dando a conocer las virtudes de muchas de la región, tanto medicinales como tintóreas, <Recopilación de 1926 refranes y adagios, y 312 charadas en verso>-, así como el detalle de los gobernadores y jueces de primera instancia de El Petén. Las obritas predilectas que últimamente ha escrito son <<Tesoro del Comerciante> y <Curación milagrosa o Misterio.de la.Plegaria> todas inéditas por falta de recursos para su impresión. Actualmente ya retirado a la vida privada, se ocupa en aliviar las dolencias del prójimo por medio de pases magnéticos y sugestión, todo gratuitamente. Tales son las actividades de este apreciable petenero.

 

Doctor Ángel Baldizón Valle

 

El doctor Ángel Baldizón Valle nació en Ciudad Flores, cabecera del departamento, siendo sus padres don Belisario Baldizón y doña Zenobia Valle de Baldizón. Inició sus estudios a temprana edad bajo la dirección del maestro don José G. Benitez, de grata recordación y mentor de muchas generaciones de peteneros.

 

Cuándo su familia s^e trasladó a Belice, continuó sus estudios en el famoso St. John´s college, centro educativo de gran prestigio adonde concurrían estudiantes de todas las repúblicas de centro América, México y hasta de la América del sur.

 

Habiéndose radicado su familia después en la ciudad de Guatemala, prosiguió estudiando en el Instituto Nacional Central para Varones donde obtuvo el título de bachiller en ciencias y letras.

 

Inició ios estudios e hizo la mayor parte de la carrera de médico en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, así como casi todas las prácticas respectivas en los hospitales General, San José y Neurosiquiátrico, habiendo sido laboratorista de las secciones de Malariología, Parasitología y  Bacteriología de la Dirección general de Sanidad pública:

 

Aprovechando una oportunidad se trasladó a la ciudad de México donde prosiguió sus estudios en la Escuela Nacional de Medicina  de dicha capital federal, donde fue investido del título de Médico y Cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue aprovechado alumno de los doctores Ignacio Chávez (Cardiólogo de fama internacional), Fernando Carranza, Gonzalo Castañeda y otros no menos famosos quienes lo distinguieron con su amistad. Siguió después varios cursos de especialización en Cardiología., Dermatología y Venerología en Médco y los Estados Unidos. Regresó a Guatemala y se incorporó a la Universidad de San Carlos. Ha ejercido su profesión como médico de la Compañía Chiclera Wrigley, de la Chicle Development Co., en los hospitales de Quiriguá, Bananera y Puerto Barrios de la United Fruit Company y actualmente es médico de los Ferrocarriles Internacionales de Centro América.

 

Los estudios que hizo en los centros médicos de México y Estados Unidos, así como su afición a la música y la astronomía, lo acreditan como un profesional Dr. Ángel Baldizón Valle de amplios conocimientos y extensa cultura y. preparación, constituyendo un orgullo para El Petén contarlo entre sus hijos que le dan honra y prestigio.

 

Oigamos lo que sobre Él petén opina el doctor Baldizón Valle:

 

El departamento de El petén con sus 80,000 kilómetros cuadrados de superficie  constituye él sólo Ia tercera parte de la república de Guatemala.

 

Si el licenciado Médiz Bolio ha llamado a Yucatán <<la tierra del faisán y del venado>, nosotros podemos llamarle a nuestro petén, con respecto a Guatemala, <<la tierra del chicle y las maderas preciosas>.

 

Desde los tiempos de la conquista este departamento ha visto sucederse los gobiernos sin que ninguno de ellos se ocupara de él mas que para explotarlo intencionalmente ha servido para que el resto de la república ignore que El Petén es una mina inagotable para la exclusiva explotación de los políticos hábiles sin escrúpulos ni patriotismo. . . Como justicia se le podría aplicar el epíteto de departamento mártir.

 

Da pena constatar que la mayoría del pueblo guatemalteco no tiene ni idea de lo que es El Petén. Poseen un concepto tan  equivocado de este departamento que se imaginan que está poblado únicamente por fieras, serpientes e indios lacandones en estado salvaje y que eI clima es mortífero.

 

Nada más apartado de la realidad: El Petén es uno de los departamentos en que menos indios hay y los pocos que aun quedan, viven en pueblos aparte, sin mezclarse con los ladinos, el analfabetismo tiene allí el porcentaje más bajo de la república, hay muchos lugares de clima sano 5/ agradable y donde es enfermizo, es todavía más benigno que en Puerto Barrios, Lívingston o el Puerto de San .Iosé.

 

Muchos guatemaltecos todavía creen que ir a El Petén es como hacer un viaje a Siberia o al centro del África. A quienes así piensan es bueno recordarles que hace más de 400 años Hernán Cortés atravesó todo eI departamento sin más bagaje que su valor e intrepidez y que actualmente no constituye una hazaña viajar en avión bien provisto de alimentos y medicinas.

 

A mi modo de pensar los problemas básioos de El Petén son dos:

 

1º -El de las Vías de Comunicación.

 

Necesitamos, nos urgen carreteras que le permitan al Petén sacar sus productos al  mar, ya sea por el río Sarstún o rehabilitar la salida natural del Petén por Belice que fue utilizada desde los tiempos de los Mayas.

 

2º -El problema sanitario.

 

Tenemos la firme convicción de que para lograr la incorporación del Petén al resto de la república (decimos incorporación y no reincorporación porque este departamento  nunca ha estado incorporado efectivamente), hay que poblarlo pero para eso se necesita sanearlo primero. Los ejemplos están a Ia vista: El Canal de Panamá no pudo llevarse a feliz término hasta que se saneó el terreno, lo mismo hemos visto en Tiquisate, Bananera, etc.

 

Abrigamos la esperanza de que el actual Gobierno considere el Problema Petenero  como uno de los más importantes para la nación, pues si este departamento siempre ha rendido pingües ingresos al Erario, producirá muchísimo más el día que sus inmensas riquezas en chicle, maderas preciosas, sus enormes sabanas propias para la cría de ganado, sus probables recursos petroleros etc., sean explotados honrada y patrióticamente.

 

Hago un llamamiento a todos los peteneros para que aporten su grano de arena colaborando en la medida de sus capacidades para lograr que nuestro departamento en un día no lejano ocupe el lugar que le corresponde en la república y al que tiene legítimo derecho.

 

Agradezco también por este medio al generoso amigo y paisano don José María Soza  que me haya permitido emitir mi opinión en estas frases que son producto de mi grande y desinteresado amor a mi terruño, que él describe tan autorizada y extensamente en su presente notable Monografía.

 

Ojala corresponda al coronel Carlos Castillo Armas, actual residente de la república, la gloria de hacer efectiva la incorporación de El Petén con lo cual no sólo aumentará la  riqueza de nuestra Guatemala, sino que él pasaría a la posteridad como el mejor gobernante de Guatemala con laureles que no se marchitarán nunca.

 

El doctor Roberto J. Boburg

 

Tal fue el nombre de este ciudadano inglés, nacionalizado en Guatemala como consecuencia del cariño que su noble corazón sintió por este apartado y lejano jirón del suelo guatemalteco, formando su hogar en esta ciudad cabecera, desde su ingreso en el

año de 1899, hasta sus últimos días, en el año de 1939; tiempo que dedicó a servir al Petén como Médico y Cirujano departamental.

 

El doctor Boburg era originario de la ciudad de Liverpool, del Condado de Láncaster, no de los grandes centros comerciales de Inglaterra, después de Londres, situada en el estero de Mersey en el Mar de Irlanda.

 

Desde muy joven se vino a la América, habiendo hecho sus estudios profesionales en el <Independent Medical College> de Chicago, Illinois, Estados Unidos de Norteamérica.

 

Años después llegó al Petén, en cuya cabecera departamental se casó con una señorita petenera, unión en que formó una honorable familia; prestó importantes servicios a la nación como médico y cirujano del departamento, puesto que desempeñó desde su  ingreso en 1899, hasta los últimos días de su laboriosa vida, en 1939.

 

Se dice que los servicios del doctor Boburg en El Petén fueron muy importantes, porque se tiene en cuenta la época en que los desempeñó, en que nadie, principalmente los  galenos, se aventuraban a los peligros que existían, aI internarse a un territorio sin vías de comunicación, a como se encontraba El Petén al principio del presente siglo.

 

La mayoría de los peteneros guardan por él gratos recuerdos, por las atenciones que les procligaba d,urante sus enfermedades, principalmente la clase proletaria y menesterosa a la que servía la mayor parte de su tiempo, a veces sin cobrar el valor de

sus honorarios profesionales.

 

Es así como creemos del caso y rnuy justo consignar en estos ligeros Apuntes Monográficos, el nombre de este notable y magnánimo extranjero.

 

Juan Nicolao AcaI

 

Entre Ios extranjeros que han cooperado en levantar el nivel cultural en  representaciones teatrales figura en primera línea el señor don Juan Nicolao Acal, quien además, corno se expone en el capítulo que se refiere a la construcción del Teatro Municipal, cooperó en dicha edificación por lo cual lo creemos acreedor de figurar en estos apuntes. El señor Juan Nicolao Acal, oriundo de la ciudad de El Carmen (La Perla del Golfo de México), nació eI día 26 de julio de 1888, siendo sus padres don Lotenzo Nicolao y doña Luisa Acal Montes de Oca, ambos de origen español. Hizo sus estudios primarios y secundarios en el lugar de su origen, bajo la dirección de los profesores Cristóbal Gutiérrez y Esteban E. Escalante, completando el curso de bachillerato en el Liceo Carmelita. En ocasión de la erección de la columna monumental al Libertador Benito Juárez fue nombrado para pronunciar su primer discurso en público en el Parque del mismo nombre. Poco después y con el anhelo de continuar sus estudios profesionales pasó a México, capital de la república, en donde ingresó a la Escuela Nacional de Ingeniería, comenzando con sus prácticas de

topografía y construcción, no pudiendo graduarse debido a una grave afección  mental y por lo cual suspendió sus estudios. Durante los años 1914 y 7922 se dedicó a la explotación de chicle y maderas preciosas en el Río Candelaria, del Estado de Campeche (México) como miembro de la firma explotadora F. Nicolao y Cía. En el año 1923 un importante grupo de sus conterráneos encabezado por la Cámara de Comercio, lanzó su candidatura para Presidente municipal, ganando las elecciones con aplastante mayoría; pero debido a su filiación anticomunista, el Gobernador de Campeche, Callista, y por consiguiente, comunista rematado, se opuso descaradamente al triunfo, apoyando la antipopular y oficial candidatura del licenciado Raimundo Poveda Cetina, quien al poco tiempo, fue lanzado del edificio municipal por las masas populares para llevar a nuestro biografiado a ocupar su puesto en la presidencia municipal.

 

 

Después, nuevas convulsiones políticas comunistoides, llevaron al señor Nicolao Acal fuera de su patria, llegando como expatriado a la cabecera departamental de El Petén, en abril de 1924. Poco tiempo después de fijar su residencia en esta población, contrajo matrimonio con la señorita María Morales Pulido, pasando tres años después a radicarse a la población de Benque Viejo del territorio de Belice, regresando al Petén para dedicarse de lleno al comercio, que ha sido su actividad de siempre.

 

Ya en Ciudad Flores, algunos años más tarde fue nombrado Cónsul de México, cargo que desempeñó a satisfacción de su gobierno por un lapso de cuatro años. Estableciéndose definitivamente en la ciudad citada y aficionado al teatro, contribuyó a la edificación del edificio del teatro Municipal para lo cual con la entusiasta colaboración de un selecto grupo de señoritas y caballeros, organizó un conjunto con eI nombre de <Grupo Líricoliterario Renovación>>, con muy buenos resultados para el escenario y por cuya razón se captó el cariño y estimación de la sociedad petenera. También cooperó activamente en la construcción del aeropuerto, pues debido a sus conocimientos de ingeniería él fue quien hizo los trazos correspondientes en Santa Elena. En el año 1944 debido a otra grave afección tuvo necesidad de trasladarse a la capital de Guatemala en donde se ha dedicado a sus actividades de siempre: construcción y comercio, y en donde también figura como miembro de Fraternidad Petenera, Sociedad Cuauhtémoc, asimismo es autor de algunos trabajos literarios, como <Álbum Petenero> e <<Himno a Barrios>> por Ios cuales ha sido muy aplaudido.

Dr. Ramón Baldizón Valle

 

Hijo de don Belisario Baldizón y doña Zenobia Valle Góngora. Nació el 2 de  septiembre de 1916. Hizo sus estudios en la capital de la república y en la ciudad de

México, habiéndose graduado de Odontólogo y Mecánico Dental. Aficionado a las Bellas artes, trabajó en el teatro y la radio, habiendo formado parte del recordado

Trío Musical <Maya-Petenero>>. En Morales, Izabal, dejó gratos recuerdos, por haber restado servicios profesionales gratuitos a los habitantes de aquella región. Es un filántropo que convive con sus paisanos en medio de la más envidiable cordialidad.

 

Teniente coronel Luis Felipe Baldizón  VaIIe

 

Este es el nombre de un distinguido caballero cadete, quien conquistó el grado de teniente coronel por sus relevantes servicios en la carrera de l¿s armas y por quien El Petén se enorgullece al tener un hijo que sirve como salvaguardia de nuestras instituciones democráticas y de Liberación Nacional; vino al mundo en la <Perla del Itzá»>>, Ciudad Flores, el día 18 de octubre de 1914; hijo de la honorable familia petenera, don Belisario Baldizón Méndez y doña Zenobia Valle Góngora; muy pequeño, tuvo la familia que trasladarse a la ciudad de Belice, para atender a sus negocios comerciales y esto hizo que el adolescente hiciera sus primeros estudios de primaria en el famoso Colegio <<San Juan>>, regenteado por padres jesuítas; poco tiempo después pasó a la capital de Guatemala e ingresó a uno de los mejores colegios en donde terminó dicha educación otorgándosele el primer diploma de sexto año de primaria, ya con base en la primera enseñanza pasó a la Escuela de Comercio, pero inspirado siempre por la carrera militar ingresó a la Escuela Politécnica. Cuatro

años más tarde o sea el día 19 de diciembre de 1937, en el salón de honor de la citada escuela le fueron conferidos los títulos de Oficial graduado y despachos de Teniente de infantería y Subteniente de artillería; terminando satisfactoriamente el curso básico

de Infantería en la Escuela Militar de Aplicación de Armas y Servicios, el día 72 de marzo de 1949, le fue otorgado el correspondiente diploma. Continuó sus estudios  por correspondencia sobre <<Ejército de mando> en Ia Escuela militar antes dicha, logrando el respectivo diploma el 23 de febrero de 1952. Pocos meses después, o sea eI 9 de septiembre del mismo año (1952), el Estado mayor d.el ejército le confirió el diploma de mecanógrafo militar por sus estudios prácticos en el curso de mecanografía sufriendo los exámenes de ley.

 

La Jefatura de las Fuerzas Armadas, como un estímulo por su dedicación al estudio del arte literario, lo felicitó varias veces instándole a prestar su colaboración en la Revista Militar, en la constante publicación de artículos a la cual contribuyó para bien propio y prestigio de la institución armada por lo cual también asistió a diferentes cursos en donde se le confirieron varios diplomas, como un estímulo a su entusiasmo.

 

Para mejor ilustrar la dedicación a la carrera militar del teniente coronel Baldizón Valle, nos es plausible consignar aquí los datos de los diferentes como útiles y delicados cargos por él desempeñados:

El día 29 de julio de 1933, ingresó a la Escuela Politécnica en donde se hizo caballero cadete bajo el número 532.

 

El 19 de diciembre de 1937, subteniente de artillería y teniente de infantería, del 19 al 31 de diciembre de 1937, estuvo como oficial en la Escuela Politécnica.

 

Del 1º  de enero de 1938 aI 3 de mayo de 1939, Batería de Artillería (Guardia de Honor). Saint. Chamond y Schneider.

 

Comandante de see¡ión de la Escuela Normal para Varones, del 4 de mayo de 1939 al 1 de julio de 1944.

 

Depósito de la Plaza, adscrito a la Comandancia de Armas (hoy Cuartel General), del 1º  de agosto de 1944 al 13 de octubre de 1944.

 

Instructor militar de las fuerzas expedicionarias en Izabal, del 14 de octubre de 1944 al 15 de noviembre de 1944.

 

Instructor militar en San Martín Jilotepeque, en el departamento de Chimaltenango, de 16 de noviembre de 1944 al 6 de enero de 1945.

 

Instructor militar y Comandante local en Patzún, en el departamento de Chimaltenango, del 7 de enero de 1945 al 30 de junio de 1945.

 

Comandante de Compañía ametralladoras antiaéreas, Cal. 50, Regimiento motomecanizado (Guardia de Honor), del 1º de julio de 1945 al 31 de marzo de 1947.

 

Comandante de Compañía de Policía Militar y de servicios, Caballería divisional, Cuarta zona militar, del 1º  de abril de 1947 al 28 de febrero de 1949.

 

Comandante Segunda compañía de carga del Cuartel maestre de la zona central, del 1º  de marzo de 1949 al 31 de julio del mismo año.

 

Jefe del negociado de administración del Cuartel maestre, del 1º  de agosto de 1949 al 30 de septiembre del mismo año.

 

Comandante de las compañías de carga del Cuartel maestre, del 1º de octubre de 1949 al 31 de enero de 1950.

 

Secretario del departamento de ingenieros del ejército y Jefe del negociado de publicidad del departamento de ayudantía general, del 16 de agosto de 1951 al 31 de mayo de 1952.

 

1º  de junio de 1952, en Negociado de organización, tercera sección, E. M. E.

 

Trabajó en el Ministerio de la Defensa Nacional, departamento de finanzas del ejército; últimamente se encontraba de alta en el Estado Mayor del Ejército en el Negociado de Escuelas, Entrenamiento Y Organización-

 

Actuando decididamente en los últimos acontecimientos por erradicar de la patria la nefasta lacra comunista que se había aPoderado de los Puestos claves de los organismos Ejecutivo, Legislativo Y Judicial de la república. Hechos que lo enaltecen como leal militar. Como Petenero Y amante de su tierra natal, a principios del año 1943 organización dos excursiones de buena voluntad, las que se llevaron a cabo oportunamente.

 

Después de muchos años de haber salido de su tierra natal (El Petén) Y sintiendo, como buen hijo de aquella región, el deseo de poner su grano de arena como aporte a los nobles Y patrióticos Propósitos del Alto Mando del Ejército en sus trabajos que llevaba a cabo por delegación que le hiciera al respecto el gobierno para la reincorporación de El Petén aI resto de la república, y gozar de los adelantos y demás beneficios que por virtud de la evolución y por su situación geográfica disfrutan los demás departamentos, estudió la forma de llevar a aquellas lejanas tierras una muestra de contribución a la labor del ejército, aprovechó para el efecto sus vacaciones los vínculos familiares y de amistad que le unen con muchos habitantes de aquella jurisdicción, dispuso organizar la delegación siguiente:

 

A) Dirección: Un jefe, un oficial ayudante, un secretario, un operador de cine.

B) Cultura General: Un director de la Biblioteca nacional, un ayudante del Director de la Biblioteca nacional.

C) Sociales: Un médico, un dentista, un enfermero; Caridad o religiosa: un sacerdote, dos hermanas de la caridad, dos señoras de la caridad de la congregación de San Vicente de PaúI, un catequista, un acólito, dos sirvientes.

 

Además un lote de libros para el establecimiento de bibliotecas en Ciudad Flores y La Libertad, otro de propaganda sanitaria, películas ilustrativas de Sanidad, folletos, impresos, etc. Medicinas, víveres, ropa nueva hecha en la Casa Central, películas recreativas, de ilustración para el hogar, etc.

 

Visitaron los pueblos de Uaxactún, Carmelita, Fallabón, Plancha de Piedra, Poptún, San Luis, Machaquila, Sayaxché ,Ciudad Flores, San Bénito, Santa Elena, !a Base Militar, San Andrés, San José, San Miguel, San Antonio, Santa Marta,  La Esperanza, La Libertad, Santa Rita, San Juan de Dios, El Subín y San Francisco.

 

El principal objeto de esa vilita fue, el de propugnar por el acercamiento moral, material y religioso de EI Petén con la capital de la república y otros departamentos. Establecer bibliotecas, la primera en ciudad Flores, habiendo sido apadrinado en la inauguración por la Asociación <<Promoción 28 de Caballeros Cadetes de la Escuela politécnica>, representada en el acto por el Teniente coronel F. Baldizón Valle.

 

La comisión sanitaria proporcionó ayuda gratuita a las personas necesitadas de los lugares que se visitaron, las cuales por razones de distancia, vías de comunicación, etc., no son atendidas con más frecuencia en sus enfermedades.

 

La Delegación fue organizada como una Misión de buena voluntad y beneficencia para el departamento, financiada por el Teniente coronel F. Baldizón Valle.

 

La transportación de la misma. fue efectuada por aviones de la fuerza aerea por  gestiones del mismo, ante la superioridad. Esta misión tuvo eI más halagüeño éxito.

 

En la segunda delegación que se efectuó el 25 de mayo del a ño 1954, al llegar a Ciudad Flores, hicieron circular invitaciones para eI personal docente y alumnos de las escuelas, autoridades principales y público en general, para un acto que tuvo lugar en el local que ocupa la Biblioteca, tomando la palabra el teniente coronel Baldizón Valle y el director de la Biblioteca nacional, profesor Gonzalo Dardón Córdova. El coronel Luis Max Serrano, dio la bienvenida a la mencionada comisión, agradeciendo en nombre del pueblo petenero y en el suyo propio, el nuevo contingente de libros llevado para la Biblioteca Popular de la cabecera departamental.

 

El teniente coronel Baldizón Valle, colocó en manos del bibliotecario un presente muy significativo, consistente en una guirnalda de laurel con una tafieta que literalmente dice:

 

<<La Asociación 28 de Caballeros Cadetes de la Escuela Politécnica, al apadrinar la organización de la Biblioteca Popular No. 1 del Servicio Extensivo de la Biblioteca Nacional, rinde un homenaje de simpatía y admiración al noble pueblo de Flores, El Petén>. Señores: Coronel, Enrique Ruata Asturias; Coronel, Luis A. Ruata Asturias; Coronel, Luis A. Ruano de León, Teniente coronel, Jorge Ruiz Mendoza; Teniente coronel, Luis Furlán Meneses; Teniente coronel, Raúl Reina Rosal; Teniente coronel, Lisandro Diaz; Teniente coronel, Felipe Baldizón Valle; Teniente coronel, Francisco Chavarría; Teniente coronel, Rodolfo Sánchez B.; Teniente coronel, Adrián Rodríguez; Mayor, Manuel de León; Mayor, Francisco Morazán; Mayor, Alfonso Duarte; Subteniente, Oscar Alfonso Vielman; Subteniente, Augusto Gómez Paz; Carlos GáIvez; todos con sus respectivas esposas.

 

Después de este acto tan solemne, fue invitada la Comisión a una cena en el Hospital  de San Benito. Por la noche hubo una exhibición de cine en la Base Militar de Santa Elena, con películas, aparato y personal proporcionados galantemente por el señor ministro de la Defensa nacional y el señor Jefe del Estado Mayor del ejército.

 

El día siguiente, salió la Comisión de la Base militar de Santa Elena, a las primeras horas de la mañana, rumbo a La Libertad, en donde file inaugurada la Biblioteca Popular de la misma, siendo cl Alcalde, el señor Emilio Dangel, persona muy entusiasta y quien tenla todo arreglado para el mencionado acto, poniéndose a la Biblioteca, <<Pedro Molina>; al terminar el acto, le fue entregado ul Teniente coronel Baldizón Valle, un hermoso ramo de flores, como muestra de gratitud, quien emocionado por el presente obsequio, hizo uso de la palabra, diciendo que la mejor forma de gratitud era ir a depositar en el altar mayor de la iglesia, el ramo de flores que se le había brindado, como acción de gracias por la feliz realización de sus anhelos.

 

Las escuelas, tanto de niñas como de niños, fueron visitadas por la Comisión, luego se hizo saber a todas las personas presentes, que habría un servicio gratuito de Odontología, para quienes lo desearan, el cua-l prestó el doctor Ramón Baldizón Valle, hermano del Teniente coronel Felipe Baldizón V.

 

Así es que este petenero supo ayudar a su tierra natal que, por su noble actitud le está muy agradecida. En los primeros días del mes de enero del año 1955 regresó al Petén, como siempre, con el deseo de fundar dos bibliotecas más, en los pueblos de La Libertad y San Francisco; en esta ocasión le acompañaban también en su jira, varios empleados de la Biblioteca Nacional de Guatemala, y entre ellos la secretaria de dicho centro cultural, señorita María Albertina Gálvez García, escritora laureada quien lleva más de veinticinco años de servicios en la citada biblioteca.

 

En el mes de abril de 1956, volvió por la última vez al terruño en persecución de su meritoria obra, fundando la biblioteca del puebio de Sayaxché.

 

Ciudadano altruísta, de patrióticos y nobles sentimientos, todos estos centros culturales que fundó fueron bautizados por él con el nombre de personas notables, que en tiempos pretéritos figuraron en El Petén por sus importantes servicios, y que actualmente merecen ser conocidos; así tenemos el de la Biblioteca de la cabecera departamental, con el nombre del maestro que supo influír de manera decisiva en la cultura general de El Petén: <José Benítez Gómez>>; <Modesto Méndez>, el descubridor de las importantes ruinas de Tikal; <<Lucas Pinelo>, personaje que con su tino y pericia logró conquistar la tribu lacandón, en los primeros años del siglo pasado; y <<Juan Antonio Ruiz y Bustamante>>, fundador de los pueblos de Santa Ana, Santo Toribio, Dolores, Poptún y San Luis, en el año 1718.

 

Muchos beneficios más esperaba EI Fetén de este distinguido petenero y pundonoroso militar, si no fuera que la parca inexorable, cuando más necesaria era su labor, de manera trágica e inesperada le dió el golpe fatal en su muy temprana edad, pues sólo contaba con 42 años, el aciago día 23 de abril de 1956.

 

Su muerte fue muy sentida por todos los que supimos apreciar su meritoria labor cultural, por lo que El Petén lo tiene ya catalogado entre sus buenos y predilectos hijos para que la posteridad petenera sepa más tarde hacerle cumplida justlcia.

 

Perito contador Alejantlro Martínez H.

 

El señor Martínez es otro petenero que se ha distinguido como intelectual y honra de nuestros lares. Vástago de la honorable familia formada por el señor Alejandro Martínez y doña Susana de Martínez, vino al mundo en esta ciudad el día 11 de enero del año 1906 y desde su tierna edad demostró afición por las matemáticas, habiendo recibido su primera enseñanza en la escuela nacional de varones de su tierra natal, pasando a continuar sus estudios a la capital de la república en dónde recibió los títulos de Tenedor de Libros y Perito Contador en la Academia Práctica Comercial que

dirige el señor Miguel Ravelo Lugo.

 

Ha desempeñado varios puestos de categoría en la administración pública y actualmente trabaja atendiendo la contabilidad de varios contratistas de chicle y maderas preciosas. Además es Agente corresponsal de varios periódicos de la capital.

 

El capitán Lucas Pinelo

Nada se sabe del día de su nacimiento ni quiénes fueron sus progenitores; pero sí, las crónicas locales hacen referencias de é1, como uno de los vecinos notables de esta cabecera departamental, que figuraron en los primeros años del siglo pasado, distinguiéndose por su actuación en bien de la patria centroamericana.

 

El capitan Lucas Pinelo comenzó a figurar como secretario municipal, en tiempos del gobierno colonial, o sea en 1813, y un año más tarde, 1814, et pueblo lo eligió para Alcalde municipal, cargo que por ser muy laborioso, desempeñó con bastante buen éxito en beneficio del vecindario.

 

En el año 1827, fue encomendado por el gobierno, para que en unión de otros honorables vecinos dé la localidad, fundara la <Tertulia Patriótica>>, centro cultural que tenía por objeto: discutir los problemas que beneficiaran al pueblo e insinuar los que creyeran que fueran de interés nacional; así fue como en el citado año 1827, pidieron al Gobierno central la pronta solución del conflicto originado por los ingleses en nuestro Territorio de Belice, en vista de que la Gran Bretaña pretendía ya adueñarse a perpetuidad del territorio nacional, en perjuicio de Guatemala.

 

En el año 1832, el Comandante de El Petén, daba parte al Gobierno de Guatemala,  haber nombrado al capitán Lucas Pinelo, Comandante militar y Gobernador civil de los lacandones, tribu indómita compuesta de más de 3,000 habitantes; que dicho capitán había ya extendido y fomentado relaciones comerciales con aquellos indios, a quienes, como se sabe, nunca pudieron las tropas coloniales conquistar; exponía también que, debido a la pericia y tino del señor Pinelo, todos los habitantes, voluntaria y espontáneamente habían, de hecho, quedado unidos al Estadó; conviniendo con el Jefe de dicha tribu, Bool Menché, firmar un Tratado para hacer constar que quedaban bajo la autoridad y soberanía de Guatemala. Desgraciadamente, dicho Tratado no lo suscribió don Lucas Pinelo, por haber fallecido eL 27 de jujio de 1833. El Tratado con los lacandones fue firmado en Ciudad Flores, el 21 de abril de 1836, el cual se da a conocer en otra parte de la presente obra.

 

EI maestro don J. Miguel Castellanos Pacheco Un petenero de origen humilde, y que sin ser académico dio los mejores resultados en su meritoriá labor, ejercida en el magisterio nacional del departamento, ya que fue uno de los que supieron aprovechar las sabias enseñanzas-de aquel gran apóstol que se llamó José Benítez G6rnez.

 

Vió la primera luz en esta cabecera departamental, eI día 15 de mayo del año de 1872; hijo del matrimonio compuesto por el señor don Luciano Castellanos y doña Cecilia Pacheco de Castellanos; recibió la primera enseñanza en la Escuela Nacional para Varones en esta ciudad, y desde muy joven, demostró su vocación por la carrera del magisterio, siendo uno de los alumnos aventajados de la escuela o sección vocacional, que tenía establecida el venerado maestro Benítez Gómez; así fue como a la edad de 16 años, o sea en el año de 1888, salió de aquella famosa escuela para hacerse cargo de la dirección de la Escuela Mixta del pueblo de Chachaclún (hoy San Francisco), la cual desempeñó asta el año  de 1892 el que entregó el puesto a otro de los buenos profesores, el inolvidable don Enecón Segura; pasando a continuación, a servir en la escuela del pueblo de San Juan de Dios

 

En enero de 1893, pasó a regentear la Escuela de Juntecholol, en la jurisdicción municipal del pueblo de Santa Ana, destino que sirvió por todo este año, para regresar a la Escuela de San Juan de Dios, en el año de 1894.

 

En enero de 1898, fue nombrado para ejercer la Dirección de Ia escuela del pueblo de Dolores, y en 1901, pasó a esta cabecera departamental como profesor de grado en la escuela nacional de varones, retirándose aI finalizar eI año de 1902.

 

En el año de 1912, a consecuencia de la enfermedad  que adoleciera el renombrado maestro Benítez Gómez, pasó a hacerse cargo de la dirección de la Escuela de Varones, la cual desempeñó con magnifico éxito, hasta el año de 1919 en que pasó a La Libertad para desempeñar la dirección de la Escuela de Varones, en donde permaneció hasta el año de 1921.

 

En el año de 1926 fue  nombrado profesor de grado de la Escuela de Varones de esta ciudad, retirándose en el mes de junio, en que se Ie necesitó para la dirección de la Esuela de Varones del pueblo de San Francisco.

 

En 1929 volvió a prestar sus servicios en Ia Escuela Maestro don J. Miguel Castellanos Pacheco Nacional de Varones de esta ciudad cabecera, hasta en 1930, en que pasó al pueblo de San Benito para hacerse cargo de la dirección de la Escuela de Varones, destino que desempeñó hasta el mes de agosto en que se retiró definitivamente.

 

El maestro Miguel Castellanos, como se deja ver, sirvió a la nación por un lapso de más de 22 años, los cuales se computan dobles en El Petén, por estar este departamento catalogado entre los climas malsanos; aparte de otros importantes servicios prestados también al Estado en diferentes ramos de la Administración pública, principalmente en el de Hacienda y Crédito Público.

 

Actualmente, en su ancianidad, vive de la pequeña jubilación que le tiene asignada el Estado, la cual no es suficiente para pasar el resto de su vida como lo merece por sus buenos servicios prestados, resignándose a pasarla exiguamente mientras exista en este valle de lágrimas.

 

Alejandro Baldizón Valle

 

Nació en el pueblo de San Francisco (antes Chachaclún), del departamento de El Petén, el 9 de febrero de 1900. Hijo legítimo de Belisario Baldizón Méndez y Zenobia Valle de Baldizón, comerciantes y vecinos de Ciudad Flores, cabecera del departamento.

 

Cursó sus primeras letras con el profesor don José Benítez Gómez (de mernorable recordación), en su escuela particular, en dicha ciudad.

 

En 1916 se trasladó con sus padres a la ciudad de Belice en donde permaneció más de cinco años y efectuó sus estudios de secundaria, contabilidad y comercio. En agosto de l92l pasó a radicarse a la capital de Guaternala, de donde volvió a Ciudad Flores, en 1928 con el cargo de Administrador de rentas y aduana del departamento, quedándose en este lugar hasta fines de 1937 para volver a radicarse en la capital, su actual residencia.

 

Durante su permanencia en Ciudad Flores contrajo matrimonio en 1930, con la señorita Antonia Castellanos, ahora su esposa. Sus hijos son siete.  Además del cargo de Administrador de rentas indicado fue también Vista de Ia misma Aduana de Ciudad Flores, Agente del Banco Central de Guatemala, Síndico de la Municipalidad y Administrador de la Empresa Eléctrica Municipal; fue profesor de inglés en la Escuela Politécnica el año de 1927, empleado de varias compañías, tales como la Chicle Development Co., Compañía Guatemalteca de Aviación, United Fruit Company, en Puerto Barrios, Cajero y Jefe de Pagadores del Comercio Drake-Mauger, en Escuintla, y fue también en años anteriores, representante de casas extranjeras americanas, europeas y japonesas.

 

Es escritor, poeta y periodista, cultivador y amante de la  filosofía trascendental. Además de sus diversos escritos en periódicos y revistas, ha publicado dos obritas de alta envergadura moral, un drama intitulado: <Amad a Vuestros Enemigos>>, y un compendio de preceptos: <<Sendero de Perfección>. Fue editor y director del periódico teosófico <Simiente>> y en la actualidad es director de <El Unionista>, órgano del Partido Unionista Centroamericano, revelando por estos medios sus grandes anhelos patrióticos en pro de la Patria Magna.

 

Ha sido varias veces Presidente de Ia Sociedad Teosófica de Guatemala, organización mundial en pro de la fraternidad humana, y en 1950 fue candidato a la presidencia de Ia república, postulado espontáneamente por un grupo de obreros y otras personas simpatizadoras de sus nobles anhelos por el engrandecimiento de la patria.

 

PETÉN

por Alejandro Baldizón.

 

Petén!

Tierra de promisión,

tierra de plácidos ensueños

y de profundos misterios. . .

No busco para cantarte

la frase vanguardista,

sino el acento puro

que brinda el corazón…

Como el humilde pajarillo

que gorjea entre tus densas selvas;

como el murmullo de las aguas

cristalinas de tus lagos y como el susurro de las hojas

de tus floridas sendas,

así quiero cantarte

en mi silente condición de bardo.

Mas no puedo cantarte:

con la elocuencia que mereces;

son tantas tus bellezas,

tus maravillas tantas,

que una canción excelsa

tan sólo tu la cantas

con tu expresión de virgen

que por doquiera ofreces…

Tienes un corazón inmenso. . . y lleno

de tesoros de inapreciable valor;

en tu regazo maternal

está la riqueza de los siglos,

la leche virginal

que de tus purísimos senos

fecundará la vida de tus hijos…

Eres un monumento de la gloria que fuiste,

el misterio viviente de lo grandioso que eres

y el gigante presagio de tu futuro sublime.

Tu vida es un pensil de eterna primavera;

una mansión encantada de fragancias mil

donde las hadas tiñen de colores

todo el ámbito que encierras,

el esplendor que hay en tí…

Bajo tu cielo fúlgido y sereno

vives tu vida de apacible calma

entre el divino palpitar de tu alma

y el gozo innato de tu ser perpetuo.

Vives una vida de perenne música,

danzando siempre en tu alegría autóctona;

y es tan ingenua tu expresión sincera

que por ser continua, hasta es monótona…

Mas en tí hay un corazón que ama,

un corazón que siente y que palpita

por abrazarlo todo, con tan noble alma,

con todo el fuego que en tu ser se agita,

Petén!

Tierra de promisión!

Tierra de misterios,

de maravillas sin fin!

Eres la mansión divina de los dioses

que te reservan para el porvenir;

al evocarte con mi musa informe

sólo pulso la lira de mi corazón.

 

HIMNO PETENERO

 

 

coRo

Peteneros, abramos los brazos

al progreso, con cálido afán,

y en sus alas sieéreas, Pegaso,

nos eleve al solio estelar;

que cantando con santo ardimiento

propulsemos la nave triunfal!

por las ondas sonoras del viento.

con el grito de: ¡Viva el quetzal¡

Dúo

Reflejando el azul de los cielos

en tus lagos, amado Petén; y en la dulce quietud de tu suelo

que prodiga la paz de un edén,

venturosos vivimos tus hijos

disfrutando tu dicha y amor,

porque Dios, que tu tierra bendijo,

nos ha dado su albergue Y calor.

(Coro)

Del vergel de tus lotos y ondinas

que florece en ese cristal

de tu lago que aduerme sus ruinas

surja egregia la gran Tayazal;

que volviendo a ser urbe grandiosa

cual 1o fuera del reino de Itzá,

se levanta otra vez, más hermosa, y retorna con vida inmortal.

(Coro)

Dúo

En tu excelsa figura de diosa

que semeja tu efigie veraz,

Guatemala, sultana gloriosa,

El Petén en verdad es tu faz;

tú que un día de grana y de gualda

te ataviara la madre ancestral,

con tu veste de verde esmeralda

hoy te ostentas más bella y genial.

(Coro)

Dúo

Sea el cielo azul nuestra enseña

con sus blancos encajes de tul, y tus ríos, llanuras y selvas,

sin fronteras se esplendan de luz; y esa perla, tu fsla de Flores,

engarzada en su mar de zafir,

con sus pájaros, hadas, primeros,

nuestro más delicioso pensil.

(Coro)

Dúo

¡Oh, sublime mansión de la Patria

que albergó nuestra cuna natal,

tú que tienes las mieles más gratas,

dános siempre tu amor maternal;

que dichosos y siempre encantados

entonando este himno inmortal,

sobre el diáfano azul de tus lagos,

naveguemos con gloria triunfal!

(Coro)

 

 

 

Don Juan Baños Chávez

 

El señor don Juan Baños Chávez es otro de los contemporáneos peteneros, quien debido a su propio esfuerzo ha logrado hacerse un filarmónico, estudiando el arte musical.

 

Hijo del matrimonio formado por los señores don Manuel Baños y doña Romana Chávez de Baños, vió la primera luz en esta ciudad, cabecera del departamento de El Fetén el día 23 de junio de 1902.

 

Hizo sus primeros estudios en la escuela nacional para varones del lugar de su nacimiento, y, desde muy joven, sintió afición por el arte musical, ingresando a la escuela preparatoria, anexa al Cuerpo de Banda civil establecida en esta ciudad, en donde llegó a figurar como músico mayor de la mencionada institución.

 

A su entusiasmo y dedicación al arte, se debe el haber compuesto varias piezas musicales, cantos escolares e himnos patrios, figurando entre estos últimos, el <<Canto a Guatemala en el día de su Liberación del comunismo internacional>>, cuya letra, del autor de esta breve Monografia, fue dedicada al ilustre caudillo, coronel Carlos Castillo Armas, como jefe que capitaneó las fuerzas liberacionistas que entraron triunfantes a la capital de la república, el día 3 de julio de 1954.

 

Actualmente, nuestro biografiado, se encuentra retirado a  la vida privada, trabajando en una pequeña barbería de su propiedad de la cual vive, y de una pequeña jubilación que disfruta por sus servicios prestados a la nación.

 

Asimismo honran al Petén los jóvenes profesionales: Médico y Cirujano Antonio  Penados del Barrio, Licenciado en Farmacia Ponciano Penados M., Maestros y Bachilleres, Heriberto CasteIlanos, Diego Cetina P., Francisco Cetina, Valentín del Valle G., Víctor Cetina, Rubén Castellanos A., Rubén Ayala, Carlos Gutiérrez G., Presbítero Próspero Penados del Barrio, Federico Cetina T., Atilano Cámara, quien trabaja en una de las Compañías chicleras en Chicago, EE.UU, José Antonio Cambranes P., que sirve importante cargo en el Canadá, Perito Contador Francisco  Pinelo P., como también otros jóvenes y señoritas profesionales en quienes El Petén espera su futuro cultural, por ser este departamento, según opinión de autoridades al respecto, la región del suelo nacional en donde sus hijos poseen la especialidad de un

alto grado de superioridad intelectual.

 

Ahora, con respecto a los gobernantes venidos aI Petén de otros departamentos, así como de la capital de la república que trataron de mejorar la cabecera departamental, dándole medios de vida, merecen nuestra gratitud y el cariñoso recuerdo, al consignar sus nombres: El coronel don Mariano Ojeda, quien mandó a émpedrar las calles durante su administración de 1875 aI 77; el comandante Félix Gómez, que estableció la primera Escuela de Música, eI alumbrado de petróleo e hizo porque viniera de la capital de la república un maestro titulado para impartir entre la juventud enseñanza moderna; el coronel Juan Monge que trabajó mucho por difundir esa instrucción valiéndose de los alumnos maestros que iban saliendo de la Escuela Modelo, cuyo mentor fue el venerado maestro Benitez Gómez; el coronel politécnico Pedro Izaguirre que procuró por dotar al Petén de telégrafo y teléfono; el coronel Arnulfo Alvarado, quien ordenó la construcción del Parque Municipal, en 1925; eI coronel y hoy general Idígoras Fuentes, quien mandó a construir el aeropuerto de Santa Elena y procuró por dotar al Petén del servicio radiotelegráfico, inaugurando este servicio el 15 de marzo de 1929 y terminando con este hecho la continua y molesta reparación de la antigua línea telegráfica para con lá ciudad de Cobán y la capital por lo cual El Petén lo recuerda con cariño; el general Federico Ponce Vaides, quien durante los siete años de su administración como jefe político hizo porque se construyera de calicanto las sólidas paredes del Teatro Municipal, sin ningún costo para la Municipalidad de Ciudad Flores, hecho que le honra y por lo cual se le recuerda con cariño; el coronel de Estado Mayor Oscar H. Peralta S., quien se esmeró por llevar a cabo la construcción de las aceras, de cemento, en las calles de la cabecera departamental embelleciendo el parque municipal al pavimentarlo de concreto y últimamente con la cooperación de la Ruta y Base militar, actuando como gobernador el coronel Luis Serrano se construyó un puente de madera sobre el lago, para comunicar la isla que ocupa la cabecera departamental con las poblaciones de San Benito y Santa Elena, aunque en la estación lluviosa queda sumergido entre Ias aguas del lago, constituye ya una base para levantarlo y construírlo

del material que se desee, siendo, por consiguiente, una importante mejora.

 

También es digno de especial mención en esta breve monografia, la actuación  administrativa del coronel de infantería J. Eugenio Caballeros M., actual gobernador del departamento, quien, debido al entusiasmo y buena voluntad como hombre emprendedor, ha logrado dar el necesario empuje a los trabajos de la Carretera <Ciudad Flores-Poptún-Guatemala>, porque si es cierto que a los pueblos les asiste el derecho de censurar a las autoridades cuando éstas hacen caso omiso de ayudarlos a resolver sus vitales problemas, así también están en el ineludible deber de hacer justicia a las que se dignen atenderlos para sacarlos del atraso material en que se encuentren, cumpliendo así con su deber; tal  es el caso del coronel J. Eugenio Caballeros M., cuya labor administrativa en El Petén es digna de todo encomio. Este pundonoroso militar, nació en la ciudad de Quezaltenango el día 15 de noviembre de 1913, vástago de la honorable familia formada por el señor Alfonso Caballeros y la señora Aurora Mazariegos de Caballeros, hizo sus primeros estudios en su tierra natal, pasando después a la capital de la república en donde ingresó a la Escuela Politécnica como Caballero Cadete el 19 de julio de 1931. El día 23 de diciembre de 1934 se graduó para comenzar su carrera militar como Instructor en las milicias de los departamentos de Jutiapa, Totonicapán, Zaeapa, Guatemala, Quezaltenago y los pueblos de Tejuela y San Antonio Suchitepéquez. Asimismo desempeñó el cargo de segundo jefe de Puerto Barrios; ha figurado como Subdirector del Hospital Militar; Jefe del Batallón en Ia Guardia de Honor, y últimamente, el 23 de septiembre de 1955 se hizo cargo de la Gobernación de El Petén.

 

Relativamente, bastante se ha progresado, pero falta mucho por hacer para que el municipio conquiste el lugar que le corresponde entre los más adelantados de la república.

 

Según el último censo de población levantado el 18 de abril de 1950, el municipio  cuenta con 3,305 habitantes distribuídos en una ciudad, siete aldeas y dos caseríos, los que separados en poblados urbanos y rurales, lo mismo que por sexos lo expresa el cuadro que a continuación se ve:

 

Población urbana                                      7,579

Población     rural                                       1726

 

TOTAL                                                          3,305

 

Varones                                                       1,774

Mujeres                                                        1,531

 

TOTAL                                                          3,305